La toma de consciencia
Es un hecho que los deportistas de elite realizan cada uno de sus golpes casi de forma automática. Generalmente, no se detienen a pensar en donde tienen sus pies, si levantan o no, levemente, la raqueta, si están desplazando para tal o cual lugar; simplemente lo hacen.
Estos deportista tienen incorporados sus desplazamientos, su coordinación motora y la noción de ubicación corporal desde muy temprana edad. Además, y como si esto no fuese poco, ejecutan todas estas destrezas bajo presión, con una alta sensación de incertidumbre, con mucha ansiedad y con la compañía casi permanente del miedo.
Sin embargo, para no sucumbir ante tal bombardeo de información, sus conductas se van automatizando con el entrenamiento. Además, la mayoría de los jugadores, sin saberlo, estuvo ejercitando varias habilidades para que su mente no les juegue una mala pasada, y así, optimizar su ejecución.
Durante el período de tiempo que transcurre entre una temporada y otra, la responsabilidad individual es un aspecto más que crucial, incluso, puesto que es entonces cuando los atletas deben introducirse en horas de aislamiento, entrenamiento riguroso y auto instrucción para pulir y desarrollar destrezas esenciales (Ravizza, 1991).
Billie King (1981), ex número del mundo del tenis mundial femenino, asegura que el entrenamiento, si se hace de forma rutinaria y sin ningún objetivo concreto, pasa a convertirse en algo irrelevante.
Este tipo de entrenamiento (repetición, retoques, repetición, retoques y repetición) permite a los deportistas tener el control de su desempeño en términos físicos. Ya que la intención es, que los jugadoress puedan realizar los gestos deportivos bajo la presión de las competencias.
En términos psicológicos, un atleta también puede darse cuenta cuando comienza a, por ejemplo, desconcentrarse, para retomar su camino. De este modo, el entrenamiento psicológico, ayuda a que el individuo tome conciencia de su estado mental, para que pueda desempeñarse en su mejor nivel.
La forma más efectiva para que el deportista adquiera este conocimiento sobre sí mismo, es reflexionando sobre sus actuaciones previas (en entrenamiento y en competición). Recordar las sensaciones, cómo se sintió internamente, qué técnicas utilizó, cuáles le sirvieron y cuáles no, pensamientos asociados al suceso, etcétera. El proceso lleva tiempo y hay que respetar el reloj personal de cada individuo; se avanza paso a paso.
Lic. Tamara Jugo
- King, B. (1981). Juegue mejor al tenis con Billie Jean King y Reginald Brace. Buenos Aires: Planeta.
- Ravizza, K. (1991). En: Williams, J. (1991). Psicología aplicada al deporte. Madrid: Biblioteca Nueva.
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